martes, 30 de noviembre de 2010

Metodologías de enseñanza: más cabeza que recursos

Mejorar el nivel de los alumnos es más fácil de lo que se podría pensar. Basta centrarse en desarrollar una buena metodología,como lo ha demostrado la Fundación Mustakis tras varias investigaciones y asesorar a diversas escuelas municipales del país,obteniendo excelentes resultados.
En esta serie de artículos de educación escolar analizamos las herramientas que utilizan ésta y otras organizaciones para lograr una buena educación. Se trata de modelos de trabajo que pueden ser aplicados en cualquier tipo de colegio y que, más que grandes sumas de dinero, requieren una buena planificación.
El presente número contiene los aspectos fundamentales que ayudarán a los profesores a mejorar el rendimiento de sus alumnos en el área de lenguaje.

Formar buenos lectores
La Fundación Mustakis está trabajando intensamente en mejorar la comprensión lectora y la escritura de los alumnos de varios colegios.
Ser buen lector es algo que repercute en todos los ramos en toda la vida "Es bien impresionante constatar que algunos niños pasan a segundo básico sin saber leer. Nosotros nos encontramos con que poco más del 10% de los niños de segundo no leen nada, no descifran la palabra 'mamá'. Son niños a los cuales se les pasa un texto y se ponen a llorar", cuenta Carmen Gatica, especialista y encargada de consultorías de la Fundación Mustakis.
Por eso, lo primero que hacen es medir a los niños y constatar el nivel en que se encuentran; luego, nivelarlos para que no se sigan quedando atrás. El problema, dicen, es que a esa edad ya nadie enseña a leer porque suponen que es una habilidad aprendida.
Lo atractivo de la propuesta de la Fundación Mustakis es que no se necesitan recursos extras y es posible implementarla en cualquier colegio de Chile. Por supuesto que si pudieran contar con dos libros que ellos han producido,titulados "Leograma lectura" y "Leograma escritura", sería mejor, pero se puede con lo que se encuentra en cualquier colegio fiscal del país. No se trata de meter recursos, sino cabeza.
La metodología prioriza el trabajo en 7 aspectos concretos:

1. Predominio de lo fónico
En "Vivir para contarla" el Premio Nobel Gabriel García Márquez cuenta que le costó mucho aprender a leer. Y explica: "No me parecía lógico que la letra 'm' se llamara 'eme', y sin embargo con la vocal siguiente no se dijera 'emea' sino 'ma'. Me era impsoible leer así. Por fin, cuando llegué al Montessori, la maestra no me enseñó sino sonidos de las consonantes. Así pude leer el primer libro que encontré en un arcón polvoriento del depósito de la casa".
Esta experiencia resume lo que le sucede a muchos niños y es por eso que está metodología le da énfasis al sonido, a lo fónico, por sobre el nombre de las letras, que es la forma más común de enseñanza.
"El español tiene una alta correlación entre fonema y la fema, se escribe tal como pronunciamos, salvo raras excepciones. Por lo tanto, tenemos que aprovechar estas fortalezas del idioma para enseñar lo fónico. A diferencia del inglés, que uno escribe de una manera y pronuncia de otra. En nuestras escuelas municipales trabajamos el primer semestre nueve consonantes que dejamos aprendidas, así nos aseguramos que el niño el segundo semestre termina leyendo", indica Carmen Gatica.

2. Buena distribución del tiempo
La distribución del horario es considerado por los especialistas como fundamental, ya que ordena al profesor y a los niños. La propuesta entonces es calendarizar las horas de clase y distribuirlas de la manera más óptima posible. El tiempo perdido se perdió y por eso hay que optimizarlo, sobre todo en ambientes más vulnerables. Sin olvidar que en el caso de los más pequeños la afectividad tiene un componente fundametal. Como sostiene Carlos Ugarte, subdirector del colegio Cordillera, hay que sospechar cuando los profesores circulan solos por los pasillos: "Más aún si es un profesor de niños más pequeños: ellos debieran parecer gallinas con susn pollos".

3. Darle cabida a la lectura oral
Para la profesora de la Fundación, Carmen Gatica, la lectura oral va directamente correlacionada con la comprensión. "Este concepto nos ha costado integrarlo porque siempre se dice que la mejor lectura es la silenciosa. Sin duda es así, pero leer bien en voz alta, con entoncación, con fluidez, lleva a la comprensión".
Lo recomendable es que comience el profesor leyendo para que sea el modelo en cuanto a entonación y puntuación. En la fundación recomiendan diez minutos diarios de lectura oral.
Así los niños sometidos a un proceso sistemático de lectura logran una fluidez que les permite aprender y gozar con los textos. La lectura en voz alta puede ser individual o grupal.
Se debe hacer evaluaciones regulares y publicar los resultados para que los alumnos vayan viendo su progreso.

4. Leer los textos íntegros
Otra apuesta básica de esta metodología es el trabajo con textos completos de autores famosos. "Es difícil entusiasmar a los niños con textos tan parcelados, así nadie se hace un buen lector", señala Carmen Gatica.
Trabajar con extractos o adaptaciones no es lo ideal porque es como mostrar sólo un pedazo de un cuadro famoso. Así es difícil que alguien se entusiasme por la pintura porque en realidad no la conoce.

5. Un libro al mes
Otra propuesta en la misma línea que las planteadas por el Ministerio es la lectura del libro mensual. "No es un tema fácil porque no todos los niños tienen el mismo nivel lector, pero sí proponemos hacer una parilla de sugerencias lectoras, es decir, textos que hayan impactado a los niños en colegios con niveles socioeconómicos similares y que ellos mismos se recomiendan. Los niños los pueden sacar del Centro de Recursos de Aprendizaje, como ahora se llama a la clásica biblioteca".
Este texto no se evalúa sino que se establece una conversación en torno a él. Con eso se consigue un seguimiento de si están leyendo y, si no lo han hecho, el por qué.
"La idea es crear el hábito en el niño, que esté permanentemente leyendo. Si termina antes una actividad, que tome su libro mensual y lea. Así saben que en cuanto quedan desocupados deben tomar su libro", cuenta Carmen Gatica.

6. Cumplimiento de estándares
Loa estándares según lo indica el Ministerio de Educación, son declaraciones públicas que establecen lo que todos los alumnos deben haber aprendido de acuerdo a su curso. El aporte de la fundación es entregarlos sistematizados.
"Nosotros hacemos un paso a paso muy controlado para asegurarnos que van bien. Por ejemplo, un niño de primero básico debe en diciembre leer. El énfasis está en el desarrollo de la lectura, pero detrás de eso está el vocabulario, la gramática. Es el mismo programa del Ministerio, pero ordenado y enriquecido para generar gusto por la lectura", señala Carmen.
El apoyo que da la fundación está enfocado a que los profesores vayan asimilando esta metodología, la hagan propia y queden instaladas las capacidades. Para eso trabajan mucho con los jefes de Unidad Técnica Pedagógica para que monitoreen el tema lector.

7. Desarrollar la expresión escrita
La redacción de textos es uno de los temas más complicados,explican en la Fundación, ya que necesita de un fuerte componente motivacional. Uno escribe cuando quiere comunicar algo y para eso está la lectura, son vasos comunicantes. "Jugamos entre los global y lo sistemático. No somos partidarias que el niño sólo mejora su ortografía leyendo, por eso también le enseñamos las reglas ortográficas".
En cuanto al vocabulario, dice la profesora, "hay una gran moda que todo sea contextual, y no todo puede ser así. Hay palabras que nunca las vas a sacar de contexto y para eso se usa el diccionario".
La sugerencia es enseñar entre 8 y 10 palabras nuevas por semana, las cuales deben ser cuidadosamente escogidas.
En cuanto a la comprensión lectora la sugerencia de los especialistas es favorecer la elaboración de inferencias, es decir, que los docentes promuevan preguntas que desafíen a los estudiantes a reconocer información implícita contenida en los textos y no sólo quedarse con la comprensión literal de los textos.
"Con este programa -dice Carmen Gatica- hay que ser súper perseverante, hay que seguir paso a paso, día a día. No hay que improvisar, se trata de ordenar, plantearse metas y actividades. Eso aunque para algunos pueda parecer lo mínimo en verdad es lo máximo".

Fuente: Revista Hacer Familia. Agosto 2007.

No hay comentarios:

Publicar un comentario